De Pueblo
Cuando sali de ensenada creia que era un pueblo, ahora que regrese estoy totalmente convencido de ello. Toda la inadaptacion que puedo mostrar aqui no es mas que una bofetada a la tranquila vida de un pueblo sin mas actividad que visitar calles infenstadas de gringos (lo cual para un xenofobico no es muy grato) y conocer los recien inaugurados centros pseudo culturales ( por cierto no los he visitado). Aun asi desde que volvi no he logrado aburrirme como antes lo hacia. Ahora me es facil levantarme y hacer algo que no sea aletargarme en mi cuarto ( parece increible que fuera necesario viajar 3000 km para aprender a limpiar mi cuarto, hacer tareas y buscar mas actividad). La mejor ventaja de este pueblo es que nada esta hecho, todo esta por hacer y por mi mismo es facil innovar ( practicamente vender espejitos a cambio de perlas, pues claramente el oro es inexistente aqui). Planeo seguir asi o mas activo, quiza trabajar y delinquir, trazar la ruta escolar lo mas sencilla posible, lo menos problematica. Ya deseo huir de nuevo de aqui. Soy un provinciano atrapado en sus recuerdos. y es que tanto me gusto el caos y la violencia de la ciudad? sinceramente si, siento una asquerosa atraccion hacia las calles- estacionamientos y al hastalamadreismo del transporte colectivo. No se que encontre alla que aqui es imposible imaginar ( bueno, sinceramente si lo se pero no quiero profundizar en ello) pero hay algo en esa ciudad, borracha y agresiva, que me insita a regresar... buenas pedas, buenas personas, buena pareja, buenos asaltos y secuestros, buenas librerias, buenas inundaciones ( todo puede convertirse en bueno mientras no vivas en iztapalacra y te trage la tierra). Pero ya basta de mi sentimientos hacia esa ciudad, pues pasare algunos meses entumido en mi ciudad natal, este pedazo de Aztlan que no empiezo a comprender. La ciudad es el Cielo pero con mas delincuencia, no un cielo cristiano, tranquilo y lleno de angeles homosexuales, es como una ruta celta de la muerte, llena de golpes, dragones, brujas, peligros en donde la vida y la inspiracion en cada esquina, una salud construida con smog, un poema construido con el sonido de los pasos al caminar por la ciudad, una cancion saturada del todo.