Vivir, Sentir, Pensar

Estos dias exoticos de mayo.

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Concursos de ciencias con resultados ridiculos, viernes sabaticos con lluvia y memelas, sabado vestido de pinguino y atentiendo ancianos sedientos y domingo de totalitarismo orwelliano.

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Mientras comia en Las Memelas, recorde el dia que tu y yo corriamos por aquella calle con nuestros uniformes infantiles, nuestros bordones poco practicos y tu condicion rara. Eramos chicos en esos dias, demasiado quiza. Cuando corri esta vez, ahora escapando de la lluvia y no debatiendome contra el reloj para llegar a tiempo a Sesion, me llene de nostalgia pensando en todo lo que hemos cambiado. Realmente somos otros, Irreconocibles. Los años han caminado sobre nuestras mentes a paso mas veloz que sobre nuestros cuerpos. que nos sucedio? que nos sigue sucediendo? No somos el par de orgullosos que siempre habiamos sido. Somos algo mas refinado pero menos intenso. Nunca he podido, y en realidad no quisiera poder hacerlo, definirnos. Ni individual ni conjuntamente. Sencillamente somos eso que no podemos expresar, ni nombrar ni presumir ni murmurar. Solo somos silencio y sombras.

(Y aun asi, no lo cambiaria por otra cosa.)

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Mi ocio no evito que me uniformara este sabado. Rompi lo que ya venia convirtiendose en rutina y decidio ponerme las botas, la casaca, camisola y panioleta, cangurera y cinturon grueso. Sali perturbado, como siempore por mi retraso constante, y al llegar vi a esa chica que he visto en los ultimos años pasar de niña extremoboba a una adolescente extravagante y fuera de complejos, pero siempre tan desmadroza que podria ser mi hermana. Caminamos juntos hasta la Plaza de Alimentos, donde el resto del grupo recuperaba las energias perdidas durante la actividad acuaticas. Tan disidente me he vuelto que nadie se tomo la molestia de avisarme que nadarian esta mañana. Los vi a todos y me senti extraño. Definitivamente ya nada es como antes, y no tendria porque serlo. Todos han cambiado, evulucionado, se han deteriorado. unos pesan mas, otros ya de despejan del suelo. Todo se ha enrarecido, el ambiente agresivo y rudo ha sido devorado por una nueva generacion de afeminados y metrosexuales, en cambio las muchachas obesas y hastiadas fueron sustituidas por niñas llenas de vida. Quiza el cambio no sea tan malo, si a costa de la decadencia varonil se enaltezen ellas que siempre habian estado por los suelos. Lo merecen despues de generaciones de secundarismo. Y esos tipos deben ser pateados con mayor frecuencia. La dureza forja, la blandura omite.

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Las mejores pagas las reciben los mas ociosos y especulativos.