De Luna Llena
De nuevo y totalmente nuevo, ese sentir me invade sin permiso. Guiado por la necesidad de levantarme ante una u otra adversidad, de la mano de la razón y algunas veces de la mera suerte y los milagros cotidianos, en mi deambular abstraido marcho por la banqueta con paso apresurado rumbo al Salón. Tomo mi lugar, ese banco en electrónica, ese espacio en la barra de la cafetería, ese plato de plastico blanco y ese lado del tablero que nunca me favorece. La cotidianiedad es cada vez mas profunda, y el atar los instintos a una piedra para que no lo destrozen todo es menos trabajoso. Camino perdido, totalmente ensimismado, interrumpiendo una idea con otra, y mediando sus espacios en mi cabeza. Pero casi nada se expresa, no es necesario, por ahora no. Deberia tener igual o mayor publicidad al placer intelectual que al placer sexual, y tal vez la tendria si las televisoras no estuvieran tan preocupadas por el crecimiento economico de la empresa y la evasion legal de impuestos, en lugar de hacer algo por sacar del hoyo al país. El decir que no profeso ningun sentimiento en estos momentos seria una actitud jactanciosa y ridicula, y ademas falsa. Siento como mi rostro se mantiene discreto, sin manifestar demasiado con sus sonrisas minimas y ojos perdidos que lo tragan todo. Sin perder ni un instante la actitud desafiante, escribo todo lo que veo en el pizarrón. Seguramente este ultimo mes sera muy distinto que los anteriores, mucho mas intenso. La ocupacion constante en cualquier cosa, procurando que siempre sea provechosa, cuando menos para mi, casi no descansa. Nunca antes habia disfrutado tanto el trabajo en ese taller, e igualmente nunca el tiempo corrio tan rapido como ahora lo hace. Amanece frio, el mediodia ya no hostiga y en las tardes el cielo se inunda con celares multicolores que producen esa sensacion de admiracion que solo la naturaleza inalcanzable sabe dar. Los libros se mezclan en un dia, pero su contenido no lo mezclo en mis ideas, y asi Alvaro Matute, Alejandro Torres y Herman Hesse conviven sin disputas en mi cabeza. De nuevo cambios generales, cambios de raiz, esos que marcan las eras de una efimera vida humana, esos cambios justificados y paulatinos que no tienen fecha de partida ni de fin y que solo sus auges son perceptiblesa los demas, justo antes de desmoronarse antes una nueva civilizacion de ideas frescas. Caigo como siempre frente al computador, y a esta ventanilla que frecuento de vez en cuando para descargar cuanto pueda. Escuchando Esa musica aun, leyendo los blogs de rutina igual. Salgo al patio para recibir algo de frio, y lo acepto en voz baja y tranquila mientras mis ojos se pierden en las manchas de la luna: ¨Estoy Solo¨. Sin intenciones de conmiseracion ni dramas, sino con una total aceptacion de mi alrededor. Infectado hasta la medula de esa soledad que lo llena todo, y que contradictoriamente te acerca a ciertas personas, quiza las que igualmente estan solas y en esa extraña soledad se unen.
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