Vivir, Sentir, Pensar

Hoy despues de clase intente tomar el tablero. Esta vez, contrario a toda costumbre, intente no involucrar a la reina en las jugadas peligrosas. En muchas partidas he perdido a la reina al hacer movimientos desorbitados o fantasiosos. Mi exceso de confianza me hace perder mi mejor pieza, y ademas la que mas sentido le da al juego. La unica mujer conmigo en el tablero donde todo es estrategias y ataques. Perderla significa el daño moral y estrategico mas grave que se puede sufrir. En el momento de perder a mi Reina, pierdo la serenidad en el juego, hago jugadas tontas y sacrifico piezas a cambio de nada. Pierdo totalmente las posibilidades de una victoria. No asi mientras conserve esta valiosa pieza, que mas da que participe o no en mis ataques, su presencia en el tablero me proporciona una tranquilidad y seguridad que no alcanzo con ninguna otra pieza. Y pensar en todas las jugadas peligrosas y estupidas que he tirado solo por estupidez y exceso de confianza, arriesgando mucho mas que la pieza misma, arriesgando todo. Y no es que la pieza lo sea todo, pero la estabilidad y sincronia del juego estan centradas en Ella. De ahora en adelante jugare asi, con la reina en la retaguardia, cerca de mi. Sin enviarla al frente de batalla donde es tan facil morir y despedazarme todo. Hay muchas piezas mas que puedo arriesgar. He sacrificado suficientes veces mi Reina como para aprender a no hacerlo mas.