Haz Click Para Ver Perfil

jueves, marzo 15, 2007

Cultura General

[Antes de empezar quiero decir que el único so-called “batiano” al que esto no aplica es don semidios, en parte porque sus entradas siempre me hacen reír y en parte porque en realidad él no es un buen “batiano”, como se verá a continuación.]
Ya que, veo, los batianos tienen problemas para definirse ellos mismos, acá les dejo una ayudadita para que los identifiquen con mayor facilidad:

1. Un batiano es lo que cada batiano cree que es. Ni más ni menos.

2. Esto lleva a un problema: los batianos invierten una muy amplia y considerable cantidad de tiempo y posts definiéndose (digamos, una cuarta parte).

3. Los batianos tienen un grupo enemigo (como Gárgamel y los Pitufos): los “culturosos”. Pero no cualquiera es un culturoso. Para diferenciar a los que son culturosos de los que no lo son han invertido, también, una buena cantidad de tiempo definiéndolos. En resumen, un culturoso es el contrario a un batiano (¿así o más confuso?).

4. Los batianos alcanzaron su edad dorada cuando por fin lograron ponerse de acuerdo e ingresar la definición de culturoso a la wikipedia. La entrada fue borrada al poco tiempo y los batianos han pasado tanto tiempo quejándose de ello como los gringos sobre los inmigrantes ilegales (proporcionalmente).

5. De aquella época queda que (en resumidas cuentas) un culturoso es alguien que usa su status cultural (ya sea artístico, académico, inventado, etc.) para hacer menos a los otros.

6. Por ello, cualquier argumento que haga el culturoso es inválido; ergo, todos los argumentos del batiano son correctos.

7. Esto añade grados de absurdo a la cuestión porque ni los culturosos se definen a sí mismos como tales, ni los batianos se dan cuenta de que están usando exactamente el mismo tipo de argumentos por los que critican a los culturosos (duh).

8. Ejemplo: El batiano dice la tontería A para provocar a alguien -a quien él mismo cataloga como culturoso-. El denominado culturoso ofrece, ad res, el argumento B que refuta A. El batiano afirma que, como el argumento B lo emite un culturoso, aquel: I. Está mal; II. No es válido porque el culturoso no ha entendido de lo que se estaba hablando (está incapacitado porque no es un batiano); y III. En realidad le da más validez a la estupidez A. El culturoso, francamente molesto, emite el argumento C. El batiano insulta (sutilmente), alburea o demerita al culturoso y su argumento C, y dice que, de todas formas, la idiotez A se sostiene. Y así, ad nauseam.

9. Las discusiones inician porque los batianos ocupan una cuarta parte de su tiempo a provocar a los culturosos, no se sabe bien por qué. Lo hacen con estas discusiones, siempre iniciadas o “ganadas” por una proposición ad hominem, ya sea en general o particular. Dichas discusiones siempre terminan por dar hueva a todos los que no están involucrados [incluido, por supuesto, este post: si sigues leyendo eres un batiano, o eres un culturoso, o deberías estar preocupado].

10. La gran fobia de un batiano es dar hueva. Esto porque los culturosos dan hueva y aquellos están, ergo, imposibilitados ontológicamente para provocar esa sensación.

11. Como consecuencia de los puntos 9 y 10, los batianos pasan la última cuarta parte de su tiempo hablando, vanagloriándose y escribiendo sobre lo divertido que es ser un batiano y hacer a otros perder su tiempo en discusiones bizantinas que no tienen ningún provecho.

12. Pero, como habría que primero definir a un batiano para convencer a alguien (incluso a ellos mismos) de que ser uno es divertido, entonces vuelven al punto uno.

Adenda 1: Cuando son cuestionados sobre estas inconsistencias, los batianos irremediablemente ofrecen como toda respuesta: “eres tonto: no has entendido nada, te recomiendo que vuelvas a leer los 80 posts (repartidos en 7 blogs) donde lo explicamos claramente”. Espero, después de todo lo anterior, no tener que ahondar en por qué esta respuesta apesta…

Adenda 2: Bien mirado, los batianos son como los famas de Cortázar, pero pasados por agua.